Despues de haberme asegurado que Wilma ya estaba en camino hacia Yucatan, Cuba y La Florida, decidí aventurarme en un viaje de fin de semana a La Ceiba. Después de todo, si llueve, me dije, al menos tendré la bonita oportunidad de saludar a viejos amigos, a quienes desde hace mas de un año no visitaba en esa hermosa ciudad. La Ceiba siempre me ha traido buenos recuerdos, especialmente de aquellos años de universidad, en donde casi todos y todas deseábamos pasar vacaciones de Semana Santa en La Ceiba, no sólo por las playas, sino principalmente por la vida nocturna tan afamada en nuestra costa caribeña (ya saben, en esos años, el desvelo y la parranda es parte de las vacaciones y aventuras juveniles). Ahora que estoy con más años, veo la ciudad desde otra perspectiva...aprecio más su entorno y flora (tan exhuberante y bella), y no digamos su gente y tradiciones culinarias. No quedó mucho tiempo para andar de turistas, pues sólo tuve 2 días para ver que hacía:
Sábado 22 de Octubre
Rico desayuno en casa de unos amigos...el platanito y las tortillas no pueden faltar. Me puse a pensar en que 2 carbohidratos al mismo tiempo no combinan. Que importa la dieta! Luego fuimos a caminar un poco por la ciudad, la cual no ha cambiado mucho, sólo nuevas franquicias de restaurantes de comida rápida, las cuales considero en lo personal, otra forma más de botar el dinero. Luego el almuerzo en un nuevo local en plena zona de diversion de La Ceiba. Se llama KABASA. Nadie me supo decir que significa. Me pedí un buen plato de caracol al ajillo...delicioso, se los recomiendo. Lo que más me gustó del local, es el mural que tienen pintado dentro del restaurante, como pared de fondo: la vida marina, con ballenas, delfines, tortugas, peces, etc. Ya por la noche, otra cena con pierna de cerdo en casa de otros amigos, acompanada de botanas (mas carbohidratos). Luego se nos fue la energia electrica por espacio de 2 horas...después, un paseo por la Zona Viva (que en realidad es viva!). Me sorprende la capacidad que tenemos los catrachos para olvidar la crisis que atravesamos, todo mundo alegre, mucha bebida por todos lados, mucho baile. Se respira el espiritu costeño por donde sea. Me impresionó lo relajados que son los Ceibeños, con sus camisetas y pantalones cortos (por supuesto, obedecen la naturaleza del cuerpo, cuando pide ropa cómoda ante altas tempreaturas y humedad). Pensé en lo criticones que somos los capitalinos al ver a gente en shorts y chancletas. Hicimos un alto en La Palapa, un bar con buen ambiente y música en vivo. Como en otras ocasiones, al escuchar al chico que cantaba, lo creí merecedor de una grabación con Sony Music por lo menos...tal vez si estuviera en México, ya fuera todo una estrella. Sólo espero que no se le mueran los sueños. Ya para terminar la jornada, fuimos al Monasterio, una dicoteque con ambiente más juvenil que el nuestro, o mejor dicho "mas juvenil que treintero"...me sorprendio que no tocaron tanta musica de regueton, que es el baile de moda, no se por que, pero a los chavos les gusta. Aquí aproveché para ver y escuchar el mar, aunque sea de noche...unos pocos minutos bastaron para seguir convencida de cuanto me fascina!
Domingo 23 de Octubre
Me levanté temprano, a pesar de la larga noche del día anterior. Sentí mi estómago demasiado pesado como para pensar en desayuno. Esperé que dieran las 10 para comer algo. Al final, tuve con una buena tasa de café y pastel (de la noche anterior). Seguí durmiendo un poco más. Por la tarde fuimos a las playas de Roma, como a 15 kms. de La Ceiba, en la zona donde se encuentra el Complejo Hotelero Palma Real. Todo estaba desértico. Pensé en como el Huracan Wilma había corrido a los potenciales turistas que pensaron el ir a La Ceiba ese fin de semana. El mar estaba picado. Decidí no bañarme. Puedo esperar por otra ocasión, tal vez el proximo año, me dije. Realmente creo que no tenía tantas ganas de bañarme. Me bastaron unas cuantas fotos y pensar un poco en el "giro que está tomando mi vida en este momento". Que mejor lugar que el mar, y los Cayos Cochinos de fondo! Ya de regreso a La Ceiba, fuimos a otro cumpleaños...más pastel por supuesto. En medio de la reunión, una buena noticia: una amiga con su novio anuncian que se casan. Otro bebé viene en camino!
Comentarios
Otro bebé en camino, je, je. Ahora se piden con anticipación porque se agotan en París.
Saludos. Y sigue escribiendo.