En un abrir y cerrar de ojos, ya estamos a mediados de mayo! A veces pienso que la vida se nos va demasiado rápido...realmente la vida es corta.
Para los que nos quedamos, la cosa se nos pone "color de hormiga". De más está decir lo doloroso que es perder a un ser tan amado, como a un padre...la presión en el pecho, tarda en desaparecer.
Yo sigo por aquí, a veces con la mirada perdida, tratando de zambullirme en las labores cotidianas del trabajo, dedicándole tiempo a mi mamá, y cuando puedo, a mis hermanos (al final caigo en la conclusión de que ellos están buscando sus propias válvulas de escape).
Espero poder escribir un poco más la próxima semana...mientras tanto sigo pensando muchas cosas sobre el futuro (pero quien soy yo para ponerme a construir castillos en el aire??). Por el momento lo más seguro es cambiar de rumbo, pidiendole a Dios la fortaleza y orientación para que la marcha no sea sobre tierra movediza.
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Saludos y espero tu siguiente entrada.